martes, 4 de noviembre de 2008

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Nació en Sevilla, hijo del pintor José Domínguez Insausti y su madre fue Joaquina Bastida de Vargas. Con diez años, Gustavo Adolfo ingresa en el Colegio de Náutica de San Telmo, en Sevilla, donde le da clases un discípulo del gran poeta Alberto Lista, Francisco Rodríguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero de desvelos literarios Narciso Campillo.
Conoció a Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules, y empezó a cortejarla; pronto, sin embargo, se fijó en la que sería su musa irremediable, la hermana de Josefina, Julia Espín, en la tertulia que se desarrollaba en casa de su padre, el músico Joaquín Espín. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su única felicidad) y empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no llegó a consolidarse porque ella tenía más altas miras y le disgustaba la vida bohemia del escritor, que aún no era famoso. En 1860 publica Cartas literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable. En la casa del médico que le trata de una enfermedad venérea, Francisco Esteban, conocerá a la que será su esposa, Casta Esteban Navarro. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez Correa, redactor del diario, consiguió un puesto de redactor para el poeta sevillano.
Gustavo Adolfo Bécquer dejó sus "Rimas" a través de las cuales deja ver lo melancólico y atormentado de su vida; en el género de las leyendas escribió la célebre "Maese Pérez el Organista", "Los ojos verdes", "Las hojas secas" y "La rosa de pasión" entre varias otras.
Gustavo enfermó sin ningún síntoma preciso, de pulmonía que se convirtió luego en hepatitis que pronto había terminado con su vida el 22 de diciembre.

RIMA VIII


Cuando miro el azul horizonte

perderse a lo lejos,

al través de una gasa de polvo

dorado e inquieto;

me parece posible arrancarme

del mísero suelo

y flotar con la niebla dorada

en átomos leves

cual ella deshecho!
Cuando miro de noche en el fondo

obscuro del cielo

las estrellas temblar, como ardientes

pupilas de fuego;

me parece posible a do brillan

subir en un vuelo,y anegarme en su luz,

y con ella en lumbre encendido

fundirme en un beso
En el mar de la duda en que bogoni aún sé lo que creo:

¡Sin embargo, estas ansias me dicen que yo llevo algo

divino aquí dentro!

INTERPRETACION

Se característica por el anhelo de evasión de un mundo terrenal, un estado de éxtasis emocional casi místico fundiéndose el alma del poeta con Dios y un mundo de contrastes entre el día y la noche, el mundo de las tinieblas.

4 comentarios:

Silvia González Goñi dijo...

Deja más espacio entre el título y la fotografía de Bécquer.

Busca e incluye qué número de rima es la que has elegido, y separa bien cada uno de los versos

Silvia González Goñi dijo...

Añade la etiqueta del post (Literatura) y pon algo de color en la fuente para alegrar tu blog

nora dijo...

wuenas wp¡¡¡k tal?? k me gusta muxo como lo tienes hexo esta hay todo elegante jij y als poesias muy bonitas eh ¡¡ ale adios bsks

katherine dijo...

ola muchacha que tal? bueno pues aqui pasando a dejar mi comentario. esta way tu blog lo has hecho muy bien.
bye bye.